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La niñez y la juventud son etapas fundamentales en la formación y desarrollo de los seres humanos, de allí la importancia de que se creen ambientes sanos en los que los valores como el respeto, el compañerismo y la solidaridad sean protagonistas. Sin duda, una de las mejores oportunidades para conseguirlo es la práctica de un deporte.
A continuación exploraremos tres de los beneficios de la práctica deportiva en niñas, niños y jóvenes.
El deporte fomenta la responsabilidad
Practicar un deporte de forma habitual e integrado a una rutina, hace que este se convierta en un compromiso que se debe cumplir de manera responsable. De esta manera se fomenta, desde los primeros años, la importancia de asumir responsabilidades frente a un grupo y a una serie de compromisos adquiridos. El deporte también ayuda a crear conciencia de la importancia de pensar en los demás a la hora de tomar decisiones y ser responsables al hacerlo.
Beneficia la salud
La práctica de algún deporte, a cualquier edad, está relacionada con un buen estado físico, pues ayuda a cuidar el sistema inmunológico y respiratorio, así como el aumento de la fuerza y la resistencia. Estos aspectos se verán reflejados en un crecimiento armonioso y saludable para los niños, niñas y jóvenes.
Fortalece el trabajo en equipo
Practicar un deporte grupal, como el fútbol, crea en los niños, niñas y jóvenes el sentido de pertenencia y trabajo en equipo. Desarrollar este tipo de competencias blandas hace que cuando se vean enfrentados a este tipo de situaciones en la escuela y al crecer, en el trabajo, sepan delegar funciones, respetar opiniones y construir desde a diferencia.
Estas son tres de las ventajas de que las niñas, niños y jóvenes practiquen un deporte de manera regular, dirigida y organizada.