Coach
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Salir a correr puede ser, sin duda, uno de los ejercicios más fáciles de practicar, pues, no exige el uso de implementos ni de un lugar específico. Simplemente, necesitas tu cuerpo, unos zapatos deportivos, ¡y ya está!
Si estás buscando información sobre cómo empezar a correr, te damos algunas recomendaciones para que puedas sacar el mayor provecho posible a esta actividad, no te frustres y sobre todo, puedas hacer que se convierta en un hábito que contribuya a tu bienestar.
Empieza con un buen calentamiento
Para cualquier actividad física que emprendas, es importante que realices antes un calentamiento. Y esto no es más que preparar a tu cuerpo para determinados movimientos. La mejor manera de hacerlo es buscando movimientos suaves y repetitivos de los músculos y las articulaciones que estarán involucradas en tu entrenamiento. En este caso se pensaría que solo deberías calentar el tren inferior (de la cintura para abajo), pero este es un error frecuente, pues buena parte de los músculos de la espalda baja, el abdomen y los hombros también participan en los movimientos que realizas al caminar, trotar y correr. En este punto es recomendable que te asesores de un profesional en terapia física o medicina deportiva para que te indique cuál debería ser la manera de preparar tu cuerpo para empezar a correr.
Hidratación en su justa medida
Muchas veces los principiantes en el running comenten errores de extremos con la hidratación: algunos no toman ni un sorbo de agua durante el entrenamiento y esperan a terminar para hacerlo; mientras que otros toman líquido en exceso a medida que avanzan en la carrera. Lo recomendable es que a lo largo del entrenamiento puedas tomar pequeños sorbos de agua que te ayuden a mantener tu cuerpo equilibrado y así evitar que tus músculos se fatiguen más de lo normal o que sufras de síntomas de deshidratación como dolor de cabeza, náuseas o debilidad.
Sé constante
Al integrar una nueva actividad en nuestra rutina solemos ser inconstantes, por eso es importante que empieces a ver el running como una costumbre y la mejor manera de hacerlo es hacer de él un compromiso. Así como no faltas a las reuniones de tu trabajo, a tus clases o a algún compromiso social, debes aprender a hacerle tiempo a tu entrenamiento y no dejarlo como un comodín que puedes quitar y poner de tu agenda. Ser constante no solo beneficiará tu rendimiento en los entrenamientos, sino que también le permitirá a tu cuerpo asimilarlos y empezar a funcionar mejor.
No te exijas demasiado
Muchas personas se proponen empezar a correr y el primer día pretenden correr una maratón completa. Esto no solo será imposible si eres una persona sedentaria, también puede traer consecuencias de salud e incluso psicológicas, pues enfrentarás la frustración de no lograr correr tanto como te propusiste. Por eso es importante que puedas empezar con entrenamientos cortos, puedes pedir asesoría de un experto para que te explique entrenamientos con intervalos, estos te ayudarán a aumentar tu resistencia siempre y cuando seas constante.
Los zapatos son importantes
Cuando tu propósito sea empezar a correr, es posible que caigas en el error de ir a la tienda y pedir “los mejores zapatos para correr”. El encargado te mostrará los modelos diseñados para atletas de alto rendimiento, pero esos no son los ideales para ti… ¡Recuerda que eres principiante! Busca unos para tu nivel y poco a poco entenderás cuáles son los que cumplan con las necesidades de tu cuerpo y las exigencias de tu entrenamiento.
Estos son algunas de las recomendaciones para empezar en el running. Siempre recuerda la importancia de consultar un profesional para que te haga una evaluación previa y a partir de allí recomiende la rutina de entrenamiento adecuada para tu estado físico. ¡Mucho ánimo!